Terapia vascular física BEMER
La causa de numerosas enfermedades y problemas de salud es una microcirculación insuficiente. La microcirculación suministra, a través de la irrigación de los vasos sanguíneos más pequeños, oxígeno y nutrientes a tejidos y órganos, elimina los productos del metabolismo y refuerza el sistema inmunitario.
Sin embargo, el rendimiento de la microcirculación desciende con la edad. Aunque se trata de un proceso natural, puede verse acelerado por determinadas enfermedades o factores, por ejemplo, una alimentación poco sana o desequilibrada, fumar con frecuencia, un abuso del consumo de alcohol o el consumo de drogas.
Consecuencias frecuentes: debilitamiento del sistema inmunitario, mayor propensión a padecer infecciones, envejecimiento celular acelerado, menor defensa ante radicales libres, menor rendimiento, malestar, mala recuperación en caso de enfermedad y enfermedades crónicas. Sin embargo, con el uso de la terapia vascular BEMER, esta microcirculación limitada puede volver a activarse.
Esto implica un buen proceso de abastecimiento y eliminación de las células tisulares por medio de la mejora de la circulación. Una buena circulación sanguínea mejora el suministro de nutrientes en el tejido afectado, ayuda a reducir la inflamación y puede estimular significativamente el proceso de curación.
La pieza central de la terapia vascular física BEMER es una estructura de señal multidimensional que estimula de manera eficaz la microcirculación limitada o deteriorada. Así, se proporciona una ayuda a los mecanismos de regulación más importantes del cuerpo humano en lo relativo a la prevención y procesos de curación, recuperación y regeneración. A través de una serie de estudios científicos, queda demostrado que la terapia vascular física BEMER contribuye a la mitigación de numerosas enfermedades y puede ayudar en la mejora del desarrollo de la enfermedad.
Algunos ejemplos de estas enfermedades son: – Polineuropatía – Problemas de circulación arterial o venosa – Artrosis – Diabetes El hecho de que, además, la terapia vascular física BEMER pueda utilizarse como tratamiento complementario en caso de -Dolor de espalda – Trastornos del sueño – Control del estrés – Aumento del rendimiento físico y mental – Control de infecciones – Activación de los procesos de autocuración propios del cuerpo – Curación acelerada de heridas y lesiones – Fortalecimiento del sistema inmunitario es, para muchos pacientes de polineuropatía, mucho más que un efecto secundario útil. Incluso el burnout puede prevenirse y tratarse de manera eficaz.
Desde cualquier punto de vista, es importante saber que la terapia vascular física BEMER es por el momento el tratamiento físico mejor investigado y más eficaz en la medicina complementaria y preventiva. Conclusión: No solo los síntomas clínicos de una polineuropatía pueden mitigarse con la terapia vascular física BEMER, sino que también contribuye a una mejora de la calidad de vida en otros muchos ámbitos.